El milagro, aprobado ya por el Papa Francisco, se refiere al caso de un recién nacido paraguayo que presentó complicaciones en el parto y que estuvo veinte minutos sin signos vitales tras cortar el cordón umbilical. El recién nacido recuperó sus signos vitales luego de 20 minutos de haber sido dado por muerto y que la obstetra invocara a Chiquitunga.
La obstetra Blanca Duarte sabía que de un momento al otro debía ir a comunicarle la triste noticia a los padres. “Se trajeron tres balones de oxígeno en el lapso de 20 minutos. Luego viene llegando el anestesista con el suyo y hace el mismo procedimiento, y es entonces que, llorando y con los brazos abiertos, le pidió a Chiquitunga que interceda a su favor para que obre el milagro de la vida” Tras casi 40 minutos de maniobras, y la oración de Duarte, el niño mostró signos vitales. Ángel Ramón, pese a cualquier pronóstico, hoy lleva una vida absolutamente normal.
Luego de que la comisión médica del Vaticano reconociera, el 1 de junio de 2017, que científicamente no se puede explicar esta curación, el caso pasó a ser estudiado por los teólogos de la Congregación para la Causa de los Santos, quienes el 30 de noviembre reconocieron por unanimidad este acontecimiento como un milagro.
La junta médica del Vaticano reconoció, que no hay explicación científica en una curación que se atribuye a la intercesión de la religiosa
El 6 de marzo de 2018, el Santo Padre Francisco recibió en audiencia a Su Eminencia Reverendísima el cardenal Angelo Amato, S.D.B., Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Durante la audiencia, el Sumo Pontífice autorizó a la Congregación a promulgar el decreto para reconocer los hechos aquí narrados como un milagro atribuido a la intercesión de la Venerable Sierva de Dios María Felicia del Santísimo Jesús.
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